miércoles, 20 de febrero de 2008

martes, 19 de febrero de 2008

martes, 5 de febrero de 2008

ANSEL ADAMS

Ansel Adams

Adams, Ansel Easton (1902-1984), fotógrafo estadounidense que adoptó como tema fotográfico los paisajes del suroeste de su país. Nació en San Francisco, Estados Unidos. En 1916 realizó un viaje a Yosemite, California, en donde plasmó en blanco y negro la majestuosidad de la naturaleza de Estados Unidos. Sus fotografías muestran, con un enorme contraste de luces y de sombras, montañas peladas, desiertos áridos, nubes enormes y gigantescos árboles.

En 1932 Adams, junto con Imogen Cunningham y Edward Weston, funda el f/64, un grupo de fotógrafos que defendían el detalle y la estética naturalista, la llamada fotografía directa, que había sido impulsada inicialmente por Paul Strand, y que tiene sus raíces en artistas del siglo XIX como Timothy O'Sullivan.

En 1939 Adams expuso por primera vez en San Francisco. Allí creó el primer departamento de fotografía en la escuela de Bellas Artes Decorativas de California y publicó la colección Libros esenciales sobre fotografía acerca de técnicas fotográficas. Entre sus trabajos destacan Taos Pueblo (1930), Sierra Nevada (1948), This Is the American Earth (1960) y Yosemite and the Range of Light (1979).

En 1984 el congreso de los Estados Unidos nombró a la región desierta entre el Parque Nacional Yosemite y la región John Muir en California, como Ansel Adams, al igual que a una montaña de la región con su nombre. En 1989 se inauguró el Centro Ansel Adams en San Francisco para exhibir y promover su trabajo junto con el de otros fotógrafos más.

NACHO LOPEZ

Nacho López

La importancia de lo aparentemente insignificante, la dignidad de lo evidentemente pisoteado y la busqueda de una estética para rendir sus testimonios eran las preocupaciones de Nacho López durante los años cincuenta cuando fotografiaba para las revistas ilustradas Hoy, Mañana y Siempre!._Nacho López es reconocido como el fotógrafo documental más importante en la historia reciente de México, algo aparente en los varios libros publicados con sus imágenes y las constantes exposiciones de su obra, por ejemplo, "Nacho López, fotoreportero de los cincuenta", que se expone cada Fotoseptiembre y la exposición actual en el Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, "Nacho López, imágenes de los años 50".

Registros demuestran que realizó en esta localidad de Tampico sus primeros estudios hasta finalizar el bachillerato y posteriormente se trasladó en 1944 al DF con objetivo de adentrarse en el mundo de la fotografía y del cine, teniendo especial interés en esté último. Durante el resto de esa década permaneció muy activo realizando estudios en Instituto de Artes y Ciencias Cinematográficas de México, trabajando como extra, como ayudante de cámara, como laboratorista en el Estudio Fotográfico D'Palma y recorriendo con compañeros fotógrafos bares y cantinas sobre la función de la fotografía en el México contemporáneo.

A principios de la década de los 50’s Nacho López incursiona en el fotoperiodismo y, para mediados de ésta, se ha convertido ya en uno de los más importantes cronistas gráficos del país, documentando prolijamente la vida en la Ciudad de México, y realizando importantes aportaciones a la parte teórica de la fotografía y del fotoperiodismo. Su trabajo durante este periodo lo realiza como free lance, condición que lleva a ser publicados sus fotoensayos (considerados así por la libertad creativa ejercida) en las revistas más importantes del momento. De este periodo en adelante el trabajo de NACHO LÓPEZ se centrará en la vida diaria de clases populares, ya que considera a éstas más libres al tener menos apego a los convencionalismos morales.

Hasta finales de los 70’s se desempeña realizando noticieros fílmicos, documentales y reportajes cortos para distintas organizaciones nacionales e internacionales, al mismo tiempo que continuaba con su producción fotográfica realizando extensos registros de la vida en el país. En 1976 Nacho López inició su labor como catedrático en la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana y posteriormente fue docente en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM. Muere en la Ciudad de México en octubre de 1986 a los 63 años.
Hermanos Mayo

Desde 1940, este colectivo de fotógrafos ha contribuido a redefinir el periodismo gráfico en México, pero tuvo su origen en España al borde de una de las grandes conflagraciones del siglo veinte, la Guerra Civil. Ahí, en vísperas de tanta esperanza y decepción, empezó su vínculo con “los de abajo” que dura hasta hoy en día.

Al empezar la Guerra Civil Española, se incorporaron en diversas unidades. Julio fue el único que peleó con armas además de la cámara; fue artillero y al mismo tiempo fotógrafo del periódico Superación. Faustino trabajaba para el conocido fotoperiodista español, José María Díaz Casariego, y durante la defensa de Madrid tomó unas fotos que impresionaron mucho a Enrique Lister, Comandante de la Onceava División. Paco también se limitó a la fotografía, trabajando para las publicaciones El Frente de Teruel, Crónica, El Diario de Madrid y El Paso del Ebro, además de ser director de fotografía para el importante periódico izquierdista, Mundo Obrero. Mandaba sus rollos de película a Cándido, quien los revelaba, los imprimía y los llevaba a publicaciones en la zona republicana. Su compromiso y su capacidad lo hicieron conocido y el General Vicente Rojo, Jefe del Estado Mayor General del Ejército Republicano, lo nombró Director de Fotografía del Estado Mayor del Ejército y Director de Fotografía del Servicio de Inteligencia Militar.

El 13 de junio de 1939, tres de los Hermanos Mayo: Paco, Faustino y Cándido arribaron a Veracruz a bordo del barco Sinaia. Al llegar al nuevo mundo se restableció la unidad de Foto Mayo. El reconocimiento de Paco significó que el gobierno mexicano le encomendara fotografiar a cada uno de los refugiados que llegaba al país y los tres hermanos pasaron dos meses en hacer los documentos de los que iban llegando. Desde entonces, trabajaron para más de cuarenta periódicos y revistas, entre ellos El Popular, La Prensa, El Nacional, Hoy, Mañana, Siempre!, Tiempo, Sucesos, Time y Life. Más aún, participaron en la formación y la fundación de revistas y periódicos que reflejaban su compromiso con las fuerzas democráticas en México desde las revistas de corta vida, Tricolor y Más, hasta el aún vivo periódico El Día.

Las fotos hechas por los Mayo de los braceros generalmente tratan de sus experiencias en la ciudad de México y el aspecto más fotografiado por ellos fue el proceso en los “Centros de Contratación”, los lugares a donde acudían los aspirantes a braceros para “engancharse”.

Los deberes de los Mayo como fotorreporteros requerían que a veces se entrometieran en la privacidad de individuos que no querían ser fotografiados. Los hombres que se escondían detrás de sus manos, sus sombreros y sus bolsas sirven como una amonestación en contra del fotógrafo victimario que se aprovecha de las personas apresadas en situaciones en las cuales no se pueden defender en contra del escrutinio despiadado de la cámara. La capacidad de los Mayo para captar las complejidades del mundo social se ve expresada en las fotos tomadas en Buenavista, la estación de trenes de donde partían los braceros. Allí, sus imágenes reflejaron la relación entre el fin y el principio de algo: el dejar atrás una vida conocida y los vínculos familiares, y el nacimiento de nuevas posibilidades.

Las fotos de los Hermanos Mayo sobre los braceros son importantes por lo que nos muestran de esos obreros migratorios y por lo que nos dicen sobre la visión de este colectivo. Con el intento de dar a las imágenes fijas una movilidad analítica, los Mayo desarrollan las relaciones que encuentran a través de los polos opuestos que ven y presentan: humillación-dignidad, dolor-entusiasmo, campesino-estado, lucha-represión, humano-inhumano. A través del choque de esas realidades, se produce una dialéctica dentro de y entre las fotos.
Yann Arthus-Bertrand

El fotógrafo y naturalista Yann Arthus-Bertrand nació en París el 13 de marzo de 1946, y es desde su niñez un apasionado de la naturaleza. Entre los 17 y los 20 años trabajó como ayudante de dirección cinematográfica; como actor, participó en, al menos, dos películas: Dis-moi qui tuer (Etienne Périer, 1965), en la que coincidió con Michèle Morgan y Jean Yanne, y en OSS 117 prend des vacances (Pierre Kalfon, 1969).

Se fue a Kenia para estudiar el comportamiento de los leones. Allí se convirtió plenamente en fotógrafo. Esa estancia dio lugar, en 1981, a su primer libro, Leones, y a su descubrimiento, a bordo de un globo aerostático, de la belleza terrestre vista desde el cielo.

Tras su vuelta a Francia en 1982, inició su carrera de fotorreportero especializado en deporte, aventura y naturaleza. Cubrió diez ediciones del rally París-Dakar, realizó seis libros oficiales sobre otros tantos torneos de Roland Garros, y fotografió a naturalistas como Diane Fossey y a sus gorilas en Ruanda. En 1989, reunió a los cien mejores fotógrafos franceses en el evento y libro Tres días en Francia. El reconocimiento de su trabajo traspasó fronteras, pasando a publicar en grandes revistas internacionales como Paris Match, Geo, Life o National Geographic. En 1991, fundó la agencia Altitude, un banco de imágenes especializado en fotografía aérea que reúne fotógrafos del mundo entero.

Un año antes, en 1990, había comenzado otros de sus grandes proyectos, Bestias. Desde mediados de los años noventa, sus esfuerzos han estado centrados en el gran proyecto de La Tierra vista desde el cielo. Finalmente, en 2003 lanzó el proyecto Caras y Paisajes, para el que envió a tres operadores a través del mundo, para encontrarse con las personas que viven en los lugares fotografiados desde el cielo. Entre los últimos reportajes de Arthus-Bertrand y su equipo figuran los realizados en Kirguizistán, entre junio y julio de 2003, e Irlanda, ese mismo mes, para el libro Caballos, en Líbano, en septiembre de 2003, para un futuro libro sobre ese país, así como otros en Qatar y en el Salón de la Agricultura francés.

lunes, 4 de febrero de 2008

HERMANOS CASASOLA

Hermanos Casasola

Las imágenes de los hermanos Casasola dan testimonio de un largo periodo en la historia de México que va desde 1895 a 1972 y, aun cuando están presentes en el imaginario colectivo mexicano por sus fotografías de la lucha revolucionaria de 1910.
Los temas incluyen retratos de la vida política y cotidiana, presos, indígenas, personajes públicos, mujeres trabajadoras, así como aspectos del desarrollo e incorporación de nuevas tecnologías en el país entre muchos otros.

Los temas abordados por los Casasola van de escenas de la vida cotidiana a imágenes de indígenas, personajes públicos, hombres y mujeres trabajando, así como aspectos del desarrollo tecnológico y del crecimiento del país.

Los pioneros del fotorreportaje en México y Latinoamérica. Sus fotos sobre la Revolución mexicana son sin duda la más conocida. Pero los hermanos Casasola también retrataron la burguesía, la gente del pueblo, los artesanos, los obreros, las figuras de la radio o del teatro. En pocas palabras, todos los actores de la sociedad y la vida cotidiana postrevolucionarias.

HECTOR GARCIA

Héctor García

Conocido como “fotógrafo de la calle”. Artista que expresa con emoción, belleza, plenitud de forma y profunda sensibilidad y comprensión humanas, la vida que lo rodea, desde el accidente de calle hasta la plástica sublimada de la danza, pasando por todos los matices de las acciones del ser humano sobre la tierra, sus reacciones ante los hechos, mediante sus propias emociones. Retratando especialmente la pobreza y la marginalidad.

Fotografiaba lo que más le atrae: el niño en el vientre de concreto, los mecapaleros de La Merced; el hacinamiento en Ciudad Nezahualcóyotl; el rostro desolado de un zapatista al que le puso “Cartucho quemado”; el niño del machete tomada en Atencingo, Puebla, en 1960; el niño cuyo impermeable es una inmensa hoja cortada bajo la lluvia en Veracruz, en 1965, y los grandes reportajes del 68, los huicholes y los coras en plena Semana Santa para la serie de libros de Fernando Benítez, Los indios de México, los mayas, los tepehuanos de Durango y desde luego todas las escenas urbanas que hoy nos conmueven, como aquella del hombre de sombrero de palma que en medio de la inundación ofrece cargar a los peatones de una acera a la otra de la calle de Zaragoza, personaje al que Héctor García le puso “Tláloc”, tomada en 1960. La fotografía de Héctor García es una gran aportación a la historia de nuestro país. Le da un sentido social.